La primera película que fui al cine y la que me hizo fanático del mismo fue Tiburón (Jaws), de Steven Spielberg. Recuerdo perfecto la escena de la cabeza de Ben Gardner flotando en el mar como si fuera ayer. Por supuesto, me provocó pánico, tanto que a la fecha no sé nadar y nunca me he metido al mar. Así el poder del creador del moderno blockbuster. Aquí mi nota en Chilango.com sobre las curiosidades de la obra maestra de Spielberg.