De niño era fan de Batman, más que de Superman, por supuesto. No me perdía ningún episodio de la serie camp de Adam West y mi favorito era César Romero como el Guasón. Años después le perdí la pista, pero en la prepa, en el Centro Universitario México, conocí a Bef, quien me presentó dos materiales de alta peligrosidad: The Arkham Asylum y The Dark Knight Returns. Obras maestras. He de confesar que no estudié para el examen de admisión de la Ibero por estar leyendo la obra de Frank Miller, que me atrapó por completo. Ni qué decir del trabajo impresionante de Dave McKean. Los cómics, descubrí, eran obras de arte. Por supuesto, Bef y yo seguimos siendo amigos del alma desde hace 27 años. Años después hubieron intentos de representar a este personaje oscuro de DC (y claro, no olvido el traje con pezones), pero es hasta esta película de Christopher Nolan que volví a revivir la emoción cuando leí The Dark Knight. Aquí mi nota en Chilango.com sobre los 10 años de esta joya.